El análisis DAFO y su aplicación en Educación, es una herramienta muy util para centros educatívos y profesionales del mundo de la educación. Los centros educativos y la educación en general, al igual que sucede en muchos otros ámbitos (social, tecnológico, económico, etc.), se encuentran en un momento de cambio y adaptación constante.
Para poder garantizar la calidad de la enseñanza, un factor fundamental es que todos los actores que intervienen en el proceso sepan buscar y utilizar las estrategias y herramientas más adecuadas. Una útil herramienta para ello es el Análisis DAFO.
Aunque se trata de una técnica de análisis pensada especialmente para el mundo empresarial, puede ser de gran utilidad para el tema que hoy nos concierne.
En especial, para los responsables de centros, departamentos o equipos de trabajo, con el objetivo de realizar un análisis de su situación actual y diseñar un plan de acción sobre el que se adoptaran las decisiones estratégicas.
Los centros educativos se encuentran en un momento de cambio paralelo al cambio social que estamos viviendo en otros ámbitos (economía, tecnología, medio ambiente, etc.).
Dos de los factores fundamentales de este cambio son la necesidad de que cada centro busque las vías para asegurar tanto la calidad como la equidad en la oferta educativa y, por tanto, el desarrollo de una mayor autonomía para que cada centro determine los pasos a dar para seguir su propio camino.
En este contexto, es fundamental que los centros se sienten a analizar cuál es su situación y cómo pueden alcanzar los objetivos que se hayan propuestos.
El DAFO es, simplemente, una herramienta para permitir la reflexión, el diálogo y una toma de decisiones consensuada y compartida por todos los miembros de la comunidad educativa.
Aplicación de la Matriz DAFO en Educación.
El DAFO tiene muchas posibles aplicaciones tanto en el ámbito personal (por ejemplo, en tutorías con nuestros estudiantes o para reflexionar sobre nuestro propio desarrollo Profesional) como en el ámbito colectivo. Para el diseño eficaz de un proyecto educativo o para la evaluación y redacción de la memoria final de curso.
Entonces, la pregunta es: ¿cómo lo aplicamos en el ámbito educativo?
El análisis DAFO aplicado a la educación nos permitirá responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes:
- ¿Cómo podemos mejorar nuestro proyecto educativo?
- ¿Cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles como centro educativo?
- ¿Cómo podemos planificar con más eficacia?
- ¿Cómo nos afecta la evolución de las TIC?
- El entorno, ¿nos ayuda o nos perjudica?
A partir de este objetivo se suele recomendar que comencemos con el análisis de los factores externos. Así, la primera pregunta es cuáles son las oportunidades que ofrece el entorno y cómo se pueden aprovechar; la segunda pregunta es qué tipo de amenazas hay en el entorno y cómo se pueden evitar o eliminar.
Si las oportunidades hacen referencia a factores externos atractivos y positivos para el centro, las amenazas apuntan a factores externos, más allá del control del centro, y que pueden poner en riesgo la consecución de los objetivos. Al mismo tiempo, estos factores no se refieren exclusivamente al presente, sino también a las oportunidades y amenazas que pueden surgir en el futuro y su incidencia en el desarrollo del centro. En este sentido, para el análisis de las amenazas y las oportunidades se pueden considerar factores demográficos, económicos, políticos y legales, sociológicos, medio-ambientales, tecnológicos o culturales.
El segundo paso es el análisis de factores internos. Aquí las preguntas son cuáles son las fortalezas del centro y cómo se pueden potenciar y cuáles son las debilidades y cómo se pueden limitar o eliminar. En este caso, si las fortalezas hacen referencia a atributos propios del centro de marcado signo positivo, las debilidades señalan rasgos que, aunque están bajo el control del centro, limitan su capacidad para alcanzar los objetivos deseados. El análisis de los factores internos (debilidades y fortalezas) puede centrarse en cuatro aspectos de crucial importancia:
- Personal: el claustro, su formación, sus habilidades, etc.; relaciones con padres y madres; los estudiantes, etc.
- Propiedades: edificios, equipamientos, etc.
- Procesos: programación, instrucción, evaluación, tutorización, gestión (económica, didáctica, etc.) del centro, etc.
- Productos: programaciones, adaptaciones curriculares, pruebas de evaluación, calificaciones, etc.
El análisis DAFO permite determinar cuatro variables clave en el éxito o en el fracaso de un proyecto:
- Debilidades, Actividades internas que la institución realiza con un nivel de eficiencia y eficacia menor al deseado, por lo que obstaculizan el logro de los objetivos; se puede identificar como una carencia de lo necesario e indispensable para el desarrollo de las actividades encomendadas. Poniendo especial atención a sus programas de estudio y de investigación, a su planta docente y estudiantil, a lo relativo a la infraestructura de la enseñanza, al destino de sus egresados, a su capacidad para insertarse en el nivel inmediato superior, a su eficiencia terminal, a su nivel de retención y reprobación, entre muchos otros.
- Amenazas, Son acciones o situaciones externas, potencialmente dañinas para la institución porque pueden dificultar o impedir el logro de los objetivos, deben establecerse en forma concisa y clara, clasificándolas de acuerdo a su impacto y probabilidad de ocurrencia.
- Fortalezas, Son actividades internas que la institución realiza bien o cualidades de la misma, que ayudan a conseguir los objetivos institucionales establecidos, dentro de los cuales se pueden mencionar: ambiente laboral adecuado, recursos humanos, materiales y financieros suficientes para realizar eficientemente el trabajo.
- Oportunidades, Hechos externos que benefician y/o facilitan el logro de los objetivos de la institución. El considerar a una circunstancia como oportunidad depende de la habilidad de la institución para saber reconocerla y de su capacidad para aprovecharla. Éstas pueden provenir de los ámbitos: económico, demográfico, social, político, tecnológico, legal y educativo.
A través del análisis objetivo de esas cuatro variables podremos determinar con exactitud el plan estratégico más adecuado para nuestro objetivo.
Tras la confección de la matriz DAFO, llega el momento de establecer las estrategias y los indicadores de éxito que nos permitirán evaluar nuestra actuación. El establecimiento de estrategias supone un ejercicio creativo a partir del conocimiento del centro o de la unidad objeto de análisis (departamento, ciclo, etc.); la intención es potenciar los aspectos positivos (fortalezas y oportunidades) al mismo tiempo que se evitan las amenazas externas y se reducen las debilidades internas.
En este sentido, las posibles estrategias pueden ser de cuatro tipos diferentes:
- Estrategias FO u ofensivas: suponen aprovechar tanto las fortalezas (internas) como las oportunidades (externas) para alcanzar nuestro objetivo.
- Estrategias FA o defensiva: utilizan las fortalezas del centro para minimizar o contrarrestar las amenazas (externas).
- Estrategias DO o reorientación: pretenden superar las debilidades (internas) aprovechando las oportunidades que ofrece el entorno. Precisamente, en una entrada reciente describimos el paso de un centro a Comunidad de Aprendizaje, una estrategia de reorientación que ha dado un resultado exitoso.
- Estrategias DA o de supervivencia: ante las debilidades (internas) y amenazas (externas) a las que se enfrenta el centro, es necesario optar por un cambio para superar ambas situaciones.
Técnica DAFO para realizar un plan de Actuación en Educación.
- ¿QUÉ ES?
Es un método que nos permite realizar una aproximación diagnóstica de una realidad Determinada de una forma participativa, analizando tanto el contexto externo como el ámbito interno.
- ¿PARA QUÉ SIRVE?
Para identificar problemas, pero planteando también alternativas posibles de solución a los mismos. Y a partir de ahí desarrollar un Plan de Actuación.
- ¿CÓMO SE REALIZA?
Se organizan las ideas y para ello se anotan las principales Fortalezas y Debilidades, Oportunidades y Amenazas existentes de forma independiente.
Se priorizan Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas, otorgándoles un orden desde las que consideramos más importantes a las que consideramos menos importantes
Se relacionan los 4 componentes (Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas), completando una matriz, para lo que se deben seguir las siguientes orientaciones:
A partir de las conclusiones del apartado anterior, nos disponemos a confeccionar el Plan de Actuación, organizándolo en los siguientes apartados:
I) Objetivos.
II) Contenidos (Creando Comisiones con Actuaciones).
III) Actividades por Temas o Ámbitos Organizativos del Centro Educativo.
IV) Calendarización de las Actividades.
V) Metodología.
VI) Destinatarios.
VII) Recursos Humanos:
VIII) Recursos Materiales Necesarios.
IX) Criterios de Evaluación.
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