Mindfulness en el aula.

Nuestro actual ritmo de vida, las responsabilidades del día a día y las situaciones que estamos viviendo, nos llevan en no pocas ocasiones a padecer cuadros de estrés.

Entre la práctica de técnicas que nos ayudan a relajarnos y a conseguir un mayor equilibrio entre cuerpo y mente (como el yoga, el taichi o el reiki). Está cobrando cada vez más protagonismo el Mindfulness, una técnica de relajación y meditación que nos ayuda no sólo a reducir el estrés. Además puede aliviar los síntomas de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, gracias a que contribuye a una mayor gestión de nuestros estados emocionales.

Avalada por su eficacia en el ámbito de la salud, tanto física como psicológica, los beneficios de Mindfulness se están aplicando ahora al campo de la educación con excelentes resultados no sólo para los escolares, sino también para los docentes y las familias.

 

¿Qué es el Mindfulness? 

Es una práctica basada en el concepto de Mindfulness o conciencia plena de la meditación budista, y se ha popularizado en Occidente gracias a Jon Kabat-Zinn. A pesar de encontrarse sus raíces en el budismo, el Mindfulness se enseña desprovisto de cualquier componente o terminología oriental y religiosa.

El Mindfulness puede considerarse una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación y practicas de relajación. Procede de la cultura oriental, más concretamente del budismo zen.

Podemos entender el Mindulness como un giro pragmático a la concepción de meditación tradicional. Es decir, que las propuestas de investigación y práctica del Mindfulness tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas en unos términos muy concretos, y no están vinculadas a una religión o una filosofía de vida determinadas

La meditación es una actividad intelectual en la que se busca lograr un estado de atención centralizada en un pensamiento o sentimiento (felicidad, tranquilidad, armonía), un objeto (una piedra), la concentración propiamente dicha, o algún elemento de la percepción (los latidos del corazón, la respiración, el calor corporal…). Este estado se recrea en el momento presente y pretende liberar la mente de pensamientos nocivos.

Como el Mindfulness tiene tanto que ver con el modo en el que manejamos nuestro foco atencional, también se lo llama atención plena. Para conseguir dicha atención plena, hay que ser capaces de sincronizar lo que sucede a nuestro alrededor con lo que pasa dentro de uno mismo. Este acercamiento específico, el hecho de prestar atención de forma consciente a la realidad, mejora el foco mental y el funcionamiento y rendimiento académico.

 

 

Técnica Mindfulness

El psicólogo William James ya advirtió en 1890 acerca de la importancia de traer una y otra vez, de forma voluntaria, la atención al momento presente. Él entendía que una educación dirigida a mejorar el control de la atención podía sentar las bases para unos sólidos aprendizajes. Por su parte, el médico norteamericano Jon Kabat-Zinn introdujo esta práctica en el modelo de salud occidental, definiendo el Mindfulness de la siguiente manera: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. Las dos grandes técnicas en las que se apoya son: la respiración y la relajación.

 

Beneficios principales

Se trata de un estilo de afrontamiento que impulsa las fortalezas personales, y dentro del aula, aporta beneficios tanto para los alumnos como para los profesores.

El objetivo del Mindfulness en el contexto educativo es que los participantes adquieran un estado de consciencia y calma que les ayude a autorregular su comportamiento y a conocerse mejor, además de crear un ambiente propicio para el aprendizaje.

La enseñanza con Mindfulness fomenta la comunidad pedagógica, en la que los alumnos florecen en lo académico, lo emocional y lo social; y en la que los profesores aprovechan al máximo el clima que se crea dentro de este entorno educativo. La Atención Plena es una manera consciente e intencionada de sintonizar con lo que está pasando dentro de nosotros y nuestro alrededor, y permite desenmascarar automatismos y promover el desarrollo integral.

Sirve también para conseguir cambios permanentes en el funcionamiento cerebral (Neuroplastia), logrando mejorar el nivel de atención. También conlleva beneficios para la salud e importantes mejoras psicológicas: gestión del estrés, control de la ansiedad, un mayor equilibrio emocional…

Por tanto, analizar la realidad y aprender a aceptarla sin realizar ningún tipo de valoración hará que, sin duda, mejore su estado anímico. Todas estas razones han llevado a muchos investigadores a considerar el Mindfulness no sólo como una terapia o técnica de meditación, sino como una filosofía de vida en sí misma.

 

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